A lo largo de la historia hubo grandes jugadores, excelentes directores técnicos pero de la especie que más encontramos es de los ¡Vendedores de Humo!


Vendedor #3: Orestes Katorosz

Pasan los años, pasan los jugadores. Pero lo que no pasa es Orestes Katorosz…y el VENDE HUMO DE ORO ya tiene nuevo dueño.

Ante tanta sanata, jamás dejaremos de recordar sentado en el banco de All Boys, al conejito Orestes.

Cultura, caradurez ilimitada, y buena presencia. Aún muchos sueñan con volverlo a ver dirigir…menos los de Independiente, donde se postula con la carpetita bajo el brazo cada vez que hay cambio de entrenador y hasta se animo a decir “me gustaría que Troglio sea mi jefe”, haciendo alusión a las declaraciones de Ischia respecto a Bianchi.

Su hecho más recordado e innovador fue con el número de camisetas, donde por ejemplo los delanteros, atacaban con la camiseta 1 o 2, el arquero atajaba con la 9, y los defensores con la 7 y 11. Pero además en All Boys tuvo otras anécdotas mejores. “. En la pretemporada les hice hacer pileta de natación en vez de hacerlos correr y reventarles los ligamentos”, un grande el tipo, los jugadores lo amaban…

Entra otras historias de vestuario el maestro Katorosz contaba su exitosa receta, de entretiempo “A veces poníamos música clásica relajante y en otros clásica exaltante. La relajación es para el descanso y después al final necesitas algo más vibrante”

Este señor impuso glamour en el fútbol y no se canso de hacer todo lo que hizo (Periodista, locutor, play boy, bombero, actor, futbolista amateur, director técnico). Que groso por Dios.

Nunca jugó profesionalmente y se fue a probar al Cosmos de Estados Unidos, donde en ese momento jugaban Pelé y Beckenbahuer, por supuesto que no quedó…

Pero su gran obra fue chamuyarse a Cindy Crowford
Me lo propuse y fui. Me presenté como "el embajador del hombre argentino". Los custodios escucharon y uno dijo "es un embajador". Ahí le dije que estaba agradecido que estuviese en el país y le pedí un beso en nombre del hombre argentino. Se reía y me lo dio. Después la seguí, la invité a salir y le dejé mensajes en el contestador. Estuve cerca, pero no pude engancharla” Un monstruo… ¿queda alguna duda? Volvé Orestes te extrañamos…

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